La Guía del Motor

En los primeros tiempos del automovilismo las carreras se realizaban entre una ciudad y otra, la finalidad era ver cuál era la máquina más rápida en llegar a la meta, lo demás importaba poco, pero esta costumbre cambió en 1906 cuando se empezaron a correr los primeros grandes premios en circuitos cerrados para explotar al máximo las posibilidades de velocidad de los coches. En junio de ese año el Automobile Club de la Sarthe eligió su circuito para celebrar uno de los primeros grandes premios de velocidad de Francia, 30 coches tendrían que competir en un circuito de 103 kilómetros y ya estaban las grandes marcas del momento: FIAT, Panhard Levassor , Mercedes-Benz y Renault, que se llevó la victoria.

Tras el éxito de esta prueba,  en 1922 en el Salón de Paris, George Durand, secretario del Automobile Club de l’Ouest, se le ocurrió la idea de copiar el formato de los grandes premios de velocidad  para hacer uno de resistencia que premiara la fiabilidad de las máquinas, además de su velocidad. Para financiar esta idea se reunió con Charles Faroux, editor de “La Vie Automobile”,una revista 

dedicada al mundo del motor de la época, que  vio viable el proyecto, ya que pensó que podría ser una gran idea para desarrollar las nuevas tecnologías aplicadas a los automóviles y se puso en contacto con Emile Coquillle, representante de Rudge-Withworth, y juntos pensaron en la mejora de los sistemas de alumbrado y quisieron realizar una carrera de 8 horas, mitad nocturna y mitad de día, pero la idea de acabar de noche no fue bien recibida por todas las marcas participantes y se decantaron por una prueba de 24 horas.

La marca ganadora fue Chenard Walcker, recorriendo 2209 kilómetros a una velocidad media de 92 km/h, hay que recordar que muchos tramos estaban mal asfaltados, se montaban ruedas estrechas y se corría por medio de la población.

Desde entonces,  marcas míticas del automovilismo como Bentley, Alfa Romeo, Lorraine-Dietrich, Bugatti o Lagonda se repartieron las victorias antes de los ocho años de parón por la Segunda Guerra Mundial.

Tras la guerra el circuito se encontraba destruido y lo renovaron completamente y aumentó muchísimo el interés de los fabricantes más importantes. Se creó el Campeonato mundial de Resistencia en 1953 que incluía como prueba reina a Le Mans y participaron las marcas más importantes del momento, como Ferrari, AstonMartin, Mercedes-Benz, Jaguar, etcétera. El nuevo circuito y la potencia de los nuevos motores hizo que en esta competición se generaran velocidades altísimas, con unas condiciones de seguridad tanto para pilotos como espectadores casi nulas, una situación que saltó a la vista de pronto en el trágico accidente del  55, cuando el Mercedes de Pierre Levegh se estrelló contra la multitud matando a 80 personas y hiriendo a otras 110. Este suceso, que conmocionó al mundo del automovilismo, supuso un antes y un después en la prueba ya que a su tradicional objetivo de avanzar en la tecnología de las máquinas, desde entonces se propusieron  mejorar las normas de seguridad tanto para los vehículos como para los espectadores.

Esta carrera quizá sea la más clásica, la más famosa y la más cinematográfica de todas las que se corren en el calendario automovilístico y ha dado las mayores rivalidades en el mundo del motor, tanto entre empresas, como la de Ford vs Ferrari, como entre los mejores pilotos de cada época que compitieron en ella. Recomiendo ver la película “Le Mans 66” para conocer una historia de ambición y orgullo empresarial y deportivo.

Los 70 

Para la década de 1970 se cambió la típica salida de espiga por la salida lanzada, debido a que muchos pilotos corrían las primeras vueltas sin el cinturón puesto para ganar tiempo en la salida, Jacky Ickx fue uno de los causantes de este cambio ya que en la carrera de 1969 decidió cruzar los 12 metros de ancho de la pista andando en vez de corriendo como señal de protesta. Increíblemente logro la victoria con su FordGT40 en la última vuelta adelantando al Porsche 908, siendo ésta la primera de sus seis victorias en Le Mans. La marca que destacó en esta época fue Porsche con el proyecto del  917, máquina que casi la lleva a la quiebra, todo por el ansia de Ferdinand Piëch en ganar. Fue tal el revuelo de este proyecto que incluso Steve McQueen llevó la historia al cine. También podríamos destacar las victorias obtenidas por Matra-Simca y Renault dando las primeras victorias para un fabricante francés desde los años 50.

Los 80

En los 80 tenemos que destacar primero la gran gesta de Jean Rondeau al ganar con un coche de construcción propia, algo que no se ha vuelto a repetir. Y segundo, la llegada de los Grupo C. A causa de la crisis del petróleo el objetivo del reglamento era limitar los consumos, no la cilindrada, esto dio lugar a que prototipos con motores atmosféricos pequeños compitieran con motores turboalimentados. Así marcas como Lancia, Jaguar, Mercedes-Benz, Nissan, Toyota o Mazda se animaron a participar dando una salud al campeonato muy buena. Porsche de nuevo desarrolló una máquina letal, el 956, coche que también se vendió a equipos privados consiguiendo en esta década siete victorias siendo el Sauber-Mercedes C9 y el Jaguar XJR-12  los dos únicos en arrebatarle alguna.

En esta década se rompió el récord de velocidad punta que tenía el 917 en 387 km/h por el WM P88 consiguiendo una cifra de 407 km/h, algo que ya no se volverá a repetir, porque más tarde se incorporaron la doble chicane en la recta Mulsanne para aumentar la seguridad en el circuito. 

Década de los 90

Los Grupos C empezaron a hacerle sombra a la F1, cosa que a el director de la FIA Jean-Marie Balestre y a Bernie Ecclestone(director de la F1) no les gustó  mucho, por lo tanto modificaron las normas de tal forma que los coches del reglamento original deberían tener una serie de limitaciones como por ejemplo el Porsche, y que los que tuvieran motores derivados de la F1saldrían beneficiados, marcas como Ford, Mercedes y Peugeot optaron por dejar la resistencia para centrarse en la F1. Esto supuso que el campeonato para el 93 se encontrara con muy pocas inscripciones y se pensara en suspenderlo, pero a última hora se decidió realizar las 24H de Le Mans permitiendo participar a los Grupo C con una serie de restricciones.

En el 94 llegaron los GT1, un reglamento que obligaba a cada fabricante a fabricar un número determinado de vehículos de calle para poder homologarlos , dando lugar a máquinas como el  Mclaren F1 con su V12 de origen BMW, el ToyotaGT-one, el Mercedes CLK GTR o el Lotus EliseGT1. Estos coches seguirían hasta el 99, fecha en que el ACO desarrolló otro reglamento para prototipos donde se enfrentaron a ellos, pero solo durante ese año. 

Década de los 00 

En el nuevo siglo el futuro era para los prototipos, entrando marcas americanas tras la creación de la American Le Mans Series.  Panoz, Chrysler y Cadillac se animaron, pero sólo estuvieron hasta 2003 debido a la superioridad alemana de Audi con su R8, ganando desde el 2000 hasta el 2008, impresionante serie de triunfos sólo interrumpido en 2003, pero se podría decir que la victoria de Bentley fue de Audi, porque parte del equipo se fue a Bentley para utilizarlo como una estrategia de marketing tras la incorporación de Bentley a el grupo Volkswagen. Podríamos también destacar que Audi fue la primera marca en ganar con un motor TDI.

En 2009 Peugeot optó por la tecnología diesel y en sus filas se encontraba un piloto español, Marc Gené, que tiene el mérito de ser el primer piloto español en ganar en la máxima categoría.

Década de los 10 hasta la actualidad 

El reglamento de los prototipos evolucionaba hacia la tecnología híbrida incorporándose marcas como Toyota, Nissan, Porsche, que veían una buena oportunidad de probar la tecnología del futuro.  Audi siguió ganado hasta 2014, pero en 2015 Porsche volvió siendo la marca con más victorias, 19, a sus espaldas. Terminó retirándose en 2017 dejando sola a Toyota, que en 2018 y 2019 consiguió sus dos únicas victorias en la categoría con Fernando Alonso tras el gran varapalo de 2016, en el que el TS050liderando la prueba a falta de tres minutos dijo basta en la línea de meta, viendo como el Porsche919 lo adelantaba. 

Tras la reciente pandemia de COVID-19 del 2019, el ACO decidió atrasar la prueba al 19 de septiembre de 2020 para garantizar el espectáculo. El futuro de la categoría serán los nuevos Hypercars un concepto similar a los GT1 de los 90, marcas como Aston Martin, Toyota, Peugeot o Mclaren están interesadas, algo que denota la buena salud del campeonato. 

Este 2021, TOYOTA GAZOO Racing ha vuelto a firmar otro fin de semana histórico al lograr su cuarta victoria consecutiva en la mítica carrera de resistencia, las 24 Horas de Le Mans.

Mike Conway, Kamui Kobayashi y José María López, en el GR010 HYBRID nº 7, ganaron Le Mans por primera vez después de varios fracasos de infarto. Los Campeones del Mundo salieron desde la pole position y lideraron la mayor parte de la carrera, completando 371 vueltas.

En el debut del nuevo GR010 HYBRID en Le Mans, los ganadores del año pasado, Sébastien Buemi, Kazuki Nakajima y Brendon Hartley, completaron un gran resultado para el equipo, vencedor de las cuatro carreras del Campeonato Mundial de Resistencia —World Endurance Championship (WEC)— de la FIA de 2021 hasta ahora.

Unas 24 horas llenas de incidentes que comenzaron con la pista mojada y que vieron a Sébastien caer en la primera vuelta de carrera, cuando el #8 fue golpeado por el #708 Glickenhaus.

Mike lideró la carrera desde la pole con el #7 y, a pesar de dos pinchazos, marcó el ritmo en la parte delantera mientras Sébastien llevaba el coche #8 a la contienda a pesar de nuevos infortunios. Sufrió una llanta dañada tras el contacto con un coche que había rodado y un pinchazo propio.

Cuando la carrera entraba en sus últimas 12 horas y Kamui había ampliado la ventaja del coche #7 a poco más de medio minuto, los nervios se apoderaron del equipo de TOYOTA GAZOO Racing a causa de un problema en el sistema de combustible del coche nº 8 que le impidió completar los stints. Durante las paradas de combustible consecutivas, el equipo trabajó intensamente para encontrar una solución.