“Para gustos se hicieron los colores”, dice el refrán. Sin embargo, los colores son mucho más que una forma de expresar preferencias personales. Los colores transmiten sensaciones, sentimientos… además de tener un simbolismo muy enraizado en la cultura y el subconsciente colectivo. En Occidente, se relaciona frecuentemente el rojo con la pasión o la fuerza, el negro con el misterio o la elegancia, el blanco con la pureza y la inocencia, el amarillo con la alegría y el optimismo, el naranja con el entusiasmo y la calidez o el verde con la naturaleza o la esperanza. Más recientemente, el azul se ha convertido en símbolo de energías limpias y eficientes. 

Estos códigos no escritos influyen en mundos tan diversos como el de la literatura, los medios audiovisuales, la publicidad o el diseño. Para los estilistas, el color ideal es el gris aluminio, que pone de manifiesto las formas de un producto, sea un vehículo, un smartphone o un complemento de moda. De hecho, es el que suelen utilizar como base para ir dibujando y creando un nuevo modelo. Sin embargo, los automóviles se comercializan en una amplia gama de colores, con las que se pretende llegar a públicos muy diversos y destacar distintos aspectos y valores, como la calidad, la robustez o la modernidad. 

Los colores y las tonalidades ofrecen posibilidades infinitas pero el 86% de los compradores de coches en todo el mundo elige una de estas cinco alternativas: blanco (líder con el 23%), negro, gris, rojo o azul.

En el lanzamiento de los últimos modelos de Peugeot, la marca ha optado por colores con una simbología muy estudiada para presentar estos vehículos innovadores al gran público. Por ejemplo, el Peugeot 508 se desveló con el tono Rojo Ultimate metalizado, un color tradicionalmente asociado a la potencia, la pasión y las altas prestaciones. Con ese rojo “definitivo” se quería destacar la vocación deportiva de esta berlina. Una elección que contrasta con el aspecto futurista del Gris Amazonite del Peugeot 508 SW, que combina sobriedad y alta tecnología.

Con la nueva generación de los Peugeot 208 y 2008, se ha optado por un sutil código de colores para diferenciar sus gamas equipadas con motor convencional de sus alternativas “cero emisiones”. Así, la carta de presentación del Nuevo Peugeot 208 gasolina y diésel ha sido el Amarillo Faro metalizado, que refleja perfectamente su filosofía dinámica y optimista. En el caso del Nuevo Peugeot 2008, se ha querido relacionar el espíritu SUV y aventurero de este modelo con el confort y la calidez de su interior uniendo estos conceptos en el Orange Fusion. 

Para el Peugeot e-208 y el Peugeot e-2008, 100% eléctricos, se ha elegido el Azul Vértigo (Blue Vertigo), que se ha convertido en sinónimo de movilidad eléctrica y de aire puro. Un significado que también ha elegido la Dirección General de Tráfico para su etiqueta “Cero”, que identifica a los vehículos que emiten menos CO2. En estas versiones, el azul también llega a la calandra, que está adornada con un León dicroico, que cambia de color según el ángulo de la luz.

Otro color relacionado con la pureza y la limpieza, el Blanco Nacarado, ha sido el elegido para presentar la nueva tecnología híbrida enchufable de la marca. Las versiones Hybrid de los Peugeot 3008, 508 y 508 SW se han presentado, de este modo, en una tonalidad que realza sus líneas y sus altas prestaciones, además de expresar su eficiencia y sus bajas emisiones de CO2.

Precisamente, tanto el Azul Vértigo como el Blanco Nacarado han recibido un innovador tratamiento de tres capas, que permiten dar una mayor luminosidad y efectos nunca vistos con pinturas convencionales. Incorporan, además, un barnizado especial que proporciona brillo, resistencia y protección ante las inclemencias del tiempo y del día a día.

Estos nuevos tonos amplían la gama de colores disponibles en los automóviles de la marca. Un abanico que llega a su máxima expresión en las 8 tonalidades disponibles en el Peugeot 3008.