Aparentemente, el mercado actual del automóvil está lleno de vehículos del tipo 4×4, pero no es así. El SUV es el tipo de coche más vendido hoy día, pero no se trata realmente de un 4×4 pese a que los haya con tracción integral. Y es que ateniéndose a los criterios más ortodoxos sobre lo que se entiende como un vehículo 4×4 o todoterreno, apenas se pueden contar con los dedos de una mano… y todos tienen precios muy altos. Por ejemplo, el Toyota Land Cruiser se siente como pez en el agua en las pistas forestales más accidentadas y trepando por los repechos más empinados, pero su precio parte de los 42.000 euros. El nuevo Land Rover Defender, todo un clásico profundamente revisado, tiene su versión más económica por encima de los 80.000 euros; y el no menos clásico Mercedes Clase G, un coche que luce el mismo aspecto desde 1979, exige soltar un mínimo de 137.000 euros. El constructor austríaco Ineos ha lanzado el Grenadier, una reinterpretación moderna de los viejos Land Rover, pero se trata de un coche muy exclusivo que no baja de los 79.000 euros en su versión más económica y Ford acaba de anunciar la llegada de su renovado y renacido Bronco a Europa, aunque sin dar detalles de su precio. Y tampoco es barato el Jeep Wrangler 75.000 euros-, por lo que sólo nos cabe hacernos una pregunta, ¿la práctica del 4×4 con un vehículo nuevo es cosa de unos pocos? La respuesta es no, y la encontramos en Suzuki, más concretamente en el Jimny, el 4×4 más económico de la actualidad. Cuesta un poco más de 24.000 euros y tiene capacidades de sobra para meterse en por el barro hasta la cintura, vadear ríos y subir al pico más alto.
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