El Ministerio de Hacienda ha anunciado la conveniencia y viabilidad de reformar los impuestos de matriculación y de circulación, con el objetivo de penalizar a los vehículos más contaminantes, así se recoge en el borrador actualizado del Plan Nacional Integrado de Energía y Clima (PNIEC) 2021-2030.
Dicho documento detalla que esta revisión del impuesto de matriculación y del de circulación forma parte de las medidas para reducir el impacto ambiental de la movilidad, de las que destacan: la renovación del parque automovilístico y el impulso del vehículo eléctrico y de la infraestructura de recarga.
En el caso del impuesto de circulación, Hacienda y las entidades locales encargadas de su recaudación, ven necesario reorientar los criterios actuales de la tasa, lo que podría realizarse vinculándolos a la normativa Euro o a la etiqueta medioambiental que otorga la Dirección General de Tráfico (DGT).
El objetivo de esta medida es penalizar a los vehículos más antiguos del parque móvil español, “los que generan más emisiones contaminantes y registran un mayor consumo de combustible y mayores emisiones de dióxido de carbono (CO2)”, precisan desde Hacienda.
Asimismo, Hacienda planea la posibilidad de reforma del impuesto de matriculación para actualizar los actuales umbrales de emisiones de CO2 que determinan su pago. Actualmente, el 74% de los vehículos matriculados está exento al no superar unas emisiones de CO2 de 120 gramos por kilómetro. También se tratará una modificación de otros impuestos a la compra o al uso vehículos.
Hacienda espera que la reforma de la tasa de matriculación permitiría adelantar la igualdad de precio entre los vehículos de combustión y eléctricos. “La electrificación masiva del parque de vehículos solo se conseguirá cuando se alcance la paridad de precio entre vehículos eléctricos y de combustión”, especifica el documento.
En coordinación con los ayuntamientos, se promoverán actuaciones de restricción de tráfico y de gestión del aparcamiento para penalizar a los automóviles de más antigüedad.
De este modo, desde 2023 será obligatoria la delimitación de zonas de bajas emisiones, con acceso limitado a los vehículos más contaminantes en las ciudades de más de 50.000 habitantes. Esto será combinado con los Planes de Movilidad Urbana Sostenible, por parte de los ayuntamientos, y los Planes de Transporte al Trabajo, por parte de empresas.
Más eléctricos
De otra parte, el borrador actualizado del PNIEC también incluye la implementación de medidas orientadas a impulsar la expansión del vehículo eléctrico, con una previsión de que en 2030 el parque circulante de este tipo de coches en España se sitúe en 5 millones de unidades.
Estos 5 millones de turismos, furgonetas, autobuses y motocicletas eléctricas que habrá previsiblemente en España en 2030 permitirán registrar, según Hacienda, unos ahorros acumulados de energía final entre 2021 y 2030 de 3.524,2 kilotoneladas equivalentes de petróleo al año (ktep/año), sobre un total de 13.888 ktep/año del conjunto del sector del transporte.
Para alcanzar estos objetivos, España va a adherirse a la estrategia europea que contempla que desde 2040 los turismos y los vehículos comerciales no emitan dióxido de carbono y también impulsará medidas para fomentar la adquisición de vehículos eléctricos y el aumento de su infraestructura de recarga.
Así pues, se diseñarán programas de ayudas a fondo perdido “que multipliquen el presupuesto puesto a disposición de los particulares y empresas” para la compra de vehículos eléctricos y la instalación de puntos de recarga en planes anteriores como el Movele, el Movalt, el Movea o el Moves.