Álex Palou logró el domingo en el Circuito de Barber, Alabama, su primera victoria en la Indy Car, sumándose a Oriol Serviá, que en 2005 ganó en la carrera de la entonces Champ Cart en Montreal, como únicos españoles en ganar una carrera en la máxima categoría de monoplazas de América del Norte -la Indy se corre en EEUU y Canadá-.
Ha sido el mejor estreno posible para el catalán que en su segunda temporada debutaba con el considerado como uno de los mejores equipos de la categoría, el del histórico Chip Ganassi, último ganador de la Indy500 con Scott Dixon. Precisamente Palou batió en meta a su propio compañero, Dixon, además de otro vencedor de la Indy500 como Will Power o el prometedor corredor mexicano Pato O’Ward.
No obstante, en una carrera programa a 90 vueltas en el histórico oval de Alabama hubo numerosos candidatos a llevarse el gato al agua, como Josef Newgarden, Colton Herta, Ryan Hunter-Reay, Felix Rosenqvist o Max Chilton.
Fue en la segunda parada de boxes cuando el español se puso líder a falta de 22 vueltas y desarrolló y tremendo trabajo de contención y aguanta de dos titanes como Dixon y Power. Con esta victoria, Palou no sólo coloca la enésima estrella española en el automovilismo internacional, sino que logra un importante hito en la Indy, siendo el tercer piloto que logra ganar en su primera carrera con su nuevo equipo, al igual que hicieron en 1994 Michael Andretti y Dan Wheldon en 2006.
Mike Hull, director general del equipo de Chip Ganassi, no ha ocultado su gran satisfacción con su piloto español refrendando su fichaje como ‘The Real Deal’. Palou debutó el año pasado en la Indycar con uno de los equipos más modestos, el Dayle Coyne.