Las medidas para combatir el cambio climático no han hecho más que empezar, fruto de ello es que tanto en nuestro país como en toda Europa se han ido constituyendo diversas leyes con el fin de reducir las ventas de las motorizaciones diésel que tanto nos han dado.
Con las continuas normas restrictivas que se han ido estableciendo en nuestras comunidades y los diversos mensajes de las altas esferas de que el diésel tiene los días contados se ha multiplicado la incertidumbre entre los ciudadanos que se han visto “obligados” a comprar otro tipo de motorizaciones.
Si bien el deseo de las ventas que iba a dejar – y que ha dejado – el diésel querían trasladarla a vehículos más ecológicos la realidad es que no ha sido así y quien se las ha llevado han sido los motores de gasolina.
¿Pero es de verdad esto una buena forma de proceder? O, ¿es pan para hoy y hambre para mañana?
Estas dos preguntas vamos a intentar desarrollarlas de la mejor manera posible porque estamos ante un cambio bastante importante, para el cual se están tomando muchas medidas pero no hay un verdadero plan establecido. Lo que quiero decir es que básicamente se están dejando llevar por las presiones para quitar al diésel e introducir eléctricos, híbridos y demás tecnologías alternativas que existen hoy en día sin ir de la mano con las empresas que deben de trasladar a los ciudadanos los puntos de recarga.
Vamos por partes, en España durante el 2019 se han vendido un total de 1.258.260 vehículos los cuales se han repartido de la siguiente manera:
Gasolina – 756.214 unidades
Diésel – 349.796 unidades
Resto* – 150.991 unidades
* Incluye: eléctrico puro (BEV), eléctrico de autonomía extendida (EREV), híbrido enchufable (PHEV) y no enchufable (HEV), hidrógeno (FCEV), GNC, GNL y GLP
Las tecnologías alternativas han subido un 5,2% respecto al año anterior (en 2018 tuvo una cuota del 6,8%). El dato es importante por dos cuestiones, la primera es que las medidas llevadas a cabo están surtiendo parte de su efecto y la compra de estos vehículos están mejorando, pero la segunda y más importante es que estamos englobando todas y cada una de las diferentes alternativas (son 8 tecnología diferentes).
Dividiendo el crecimiento general (5,2%) entre cada una de las alternativas (8 diferentes) observamos que cada tecnología de media ha subido un 0,65%. ¿Sigues viendo igual el dato?
Están sacrificando una motorización que se ha demostrado que ya no es tan contaminante como hace 20 años para intentar introducirnos algunas tecnologías que no son viables (en la actualidad) para muchísimos ciudadanos, que tampoco hay puntos de recargas y que apenas están creciendo algo más de medio punto anualmente.
Todo esto nos ha llevado a lo anunciado arriba, la primera vez que se genera un descenso anual en el número de ventas prácticamente desde que el país salió de la crisis.
¿Nos merece la pena meter con calzador alternativas para las que no estamos preparados? Supongamos que en los próximos 5 años se genera un vuelco increíble y se venden más coches eléctricos que de combustibles fósiles, ¿está el país preparado para generar la electricidad que se requeriría? ¿En un país dónde la luz se encarece a la mínima vamos a dejar que sea el combustible de transporte?
Y lo peor de todo no es lo que ya hemos hablado, lo peor de todo y la gran mentira viene cuando la DGT inventa unas pegatinas para definir a los vehículos para los planes de emergencias (personalmente lo veo bien y estoy de acuerdo con ellos salvo por lo que os voy a contar) y resulta que hay coches como el Range Rover Sport HST con 400 CV y consumo homologado de 9,3 litros que tienen la etiqueta ECO. Sí, has leído bien, 400 CV para un todoterreno grande y con etiqueta de ecológico.
¿Qué clase de patraña es esta? Sinceramente me parece estar al mismo nivel que el anterior ciclo de homologación de consumos donde se permitían auténticas barbaridades con tal de homologar consumos irreales.
Todo esto no hace más que me replantee si realmente estamos ante un sistema justo y que mira por la contaminación y el planeta o no son más que mentiras y presiones con el fin de parecer algo que no es.
Yo desde mi punto de vista seguiré diciendo que la llegada real y viable de los eléctricos están al menos a 10 años en nuestro país y seguramente otras alternativas híbridas si llegarán pisando más fuerte, pero siempre sin llegar a perder la combustión fósil porque vivimos en un mundo capitalista y hay demasiadas manos e intereses de por medio como para permitir dejar de utilizar el petróleo en el mundo automovilístico.