Más de 300.000 dólares por un ‘no-Ferrari’
Nuevamente los coches de película copan protagonismo en nuestras páginas. Si en días pasados informábamos de los cinco millones que se habían pagado por uno de los Mustang de la película ‘Bullit’ de Steve McQueen, hoy nos referimos a otro coche de película, que si bien no llegará ni de lejos al clásico Ford, sorprende el precio que ha alcanzado dado el tipo de automóvil que es.
Tener un Ferrari clásico en el garaje es como tener un Picasso o un Monet en el despacho. Su valor aumenta con el tiempo y se cuentan entre los coches perfectos para ganar dinero. Sin duda uno de los Ferrari clásicos más reverenciados del mundo es el 250 GT California Spider, un modelo de los años dorados de la marca que mezclaba toda su experiencia en las carreras con una carrocería sensual y elegante. Los precios que un 250 California puede alcanzar en una subasta marean sólo de pensar, hasta 18 millones de dólares.
Bueno, pues el coche que la firma de subastas Barret-Jackson tiene previsto lanzar este fin de semana en sus eventos de Scottsdale, Arizona, es una réplica de este legendario modelo del Cavallino Rampante, y se ha vendido por 396.000 euros.
Concretamente, se trata de un coche realizado en 1963 por la empresa Modena Design & Development y que protagonizó la comedia juvenil de 1986 ‘Ferris Bueller’s day off’ junto a un Mathew Broderick en plena pubertad. El coche tiene un aspecto similar al de un California Spider pero a simple vista basta para reconocer que no un Ferrari, sino una réplica construida sobre la base de un Corvette, incluyendo el motor V8 427 de 7.0 litros.
La película se estrenó en España bajo el título de ‘Todo en un día’ y contaba con John Hugues en la dirección, toda una referencia del cine adolescente de los 80. Ferris anhela poder coger algún día el Ferrari California por el que su padre tiene auténtica pasión, de hecho él mismo afirma en la cinta que su padre quiere al coche más que a él. Aprovechando la ausencia de su padre, Ferris y dos de sus amigos aprovechan para pasar un día a lo grande con el bólido rojo… desembocando todo en una serie de alocadas situaciones y con consencuencias graves para el automóvil.
El afortunado propietario de este auto seguramente podrá revivir las aventuras de Ferris Bueller con su nueva adquisición.