Llegó el momento. El pasado 1 de enero se cumplió de forma oficial el ingreso de Lewis Hamilton en Ferrari con un escueto mensaje en redes sociales en el que le daba la bienvenida desde La Scuderia e invitaban a los Tifossi a seguirle en sus perfiles digitales. Unos 20 días después se produce el esperado momento de vestirse de Rojo.

Tal expectación causó la primera visita de Lewis Hamilton a Maranello que hasta hubo que reforzar la seguridad en el entorno del Circuito de Fiorano. El sextacampeón británico llegó al cuartel general de Ferrari y la primera imagen que llegó fue de él vestido de traje oscuro de chaqueta y abrigo, posando frente a la casa del Commendatore en Fiorano.

Visitó la fábrica junto a Fred Vasseur, director deportivo, Benedetto Vigna, director ejecutivo de Ferrari, y John Elkann Agnelli, director general de Ferrari, e incluso pasó a saludar a Piero Ferrari, vicepresidente de Ferrari e hijo del mítico Enzo.

Los trabajadores se mostraron eufóricos y Lewis mostró la mejor de sus sonrisas, estrechando manos, dando muchos abrazos y haciéndose fotos y selfies con todos. Ferrari es una familia y así se lo quisieron hacer ver.

Acto seguido llegó ese momento que todo el mundo esperaba: salió de la casa de Enzo Ferrari ya vestido con el mono rojo y posó ante las cámaras. Por fin Hamilton se vistió de rojo. Y ya sabe lo que es rodar con un monoplaza, pues debutó en la mítica pista de Fiorano a bordo de un monoplaza.

Y como anécdota, la primera foto como trabajador de Ferrari de Hamilton fue junto a un Ferrari F40, un coche que el de Stevenage siempre ha calificado como uno de sus favoritos. La nueva era de Hamilton en Ferrari ya ha empezado, ahora toca ver que ver qué frutos da. Por lo pronto, la euforia es palpable.