Más imparable que nunca. Max Verstappen ha puesto las cosas en su sitio en el GP de Miami y ha hecho valer sus galones con una victoria realmente aplastante. El sábado, un accidente de Charles Leclerc en la Q3 impidió el holandés hacer una buena vuelta y se tuvo que conformar con salir desde la novena plaza. Pero ni por esas. Ese sueño del podio hispano reflejo de la clasificación con Pérez, Alonso y Sainz no ha podido ser.

La brillante estrategia de Red Bull ha sido sin duda la otra pata de la victoria de Max. Un primer stint muy largo con neumáticos duros y acto seguido sólo tuvo que superar a su compañero con neumáticos mucho más viejos. Y un ritmo absolutamente endiablado. Pérez sólo ha podido ser segundo.

Tercer puesto y nuevo podio para Fernando Alonso que su Aston Martin sigue siendo la gran alternativa a Red Bull. En un principio pintaba bien para Ferrari y parecía que los de Maranello podían soñar con el podio, pero finalmente Alonso y su coche verde han sido los grandes ganadores tras Red Bull.

Cuarto puesto para Russell y quinto para Sainz. Parecía que Carlos podría haber sido ese tercer ocupante del podio. Peleó en todo momento con Alonso y le lanzó un undercut, pero se pasó de velocidad en el pitlane y fue sancionado. Y parece que a partir de ahí Sainz se vino abajo. No encontró ritmo. Peor fue para su compañero Leclerc que salió séptimo y ha terminado octavo y ha rodado sufriendo en el final del pelotón toda la carrera. Las mejoras de Ferrari parece que no han tenido el efecto deseado. Hamilton ha sido sexto, Leclerc séptimo, los dos Alpine, Gasly y Ocon, octavo y noveno; y Magnussen ha logrado meter al modesto Haas en los puntos con el décimo.