SUV eléctrico de Smart, una decisión inteligente
La movilidad inteligente ya no es el futuro, sino un presente irrenunciable. La protección medioambiental y la calidad de vida exigen replantear los desplazamientos humanos.
En esta línea, surgen nuevas soluciones y enfoques tecnológicos que amplían las posibilidades existentes. El objetivo final es conseguir movimientos y flujos mucho más eficientes, menos contaminantes e igual de satisfactorios.
Su optimización requiere adaptar e interrelacionar sinérgicamente diferentes alternativas para conseguir cinco objetivos:
- Gestionar mejor las redes de transporte.
- Aumentar la seguridad y reducir la siniestralidad vial.
- Convertir en más eficientes las comunicaciones y los traslados.
- Mejorar la satisfacción de los viajeros.
- Beneficiar al planeta de una manera sostenible.
El desarrollo de este transporte eficiente, positivo, solo será posible a partir de la innovación y el desarrollo. De hecho, se están trabajando ya diferentes planes de actuación. Entre otros, el hidrógeno verde, el internet de las cosas, el Big Data, la conducción autónoma y la automatización del transporte público.
Asimismo, se están impulsando iniciativas tendentes a la peatonalización de las vías y al uso de nuevos vehículos individuales, como las bicicletas o los patinetes.
Es un hecho cierto que el 30 % de las emisiones de CO2 proceden del transporte y, de ellas, más del 70 % se generan en las carreteras. Por ello, la descarbonización y la electrificación van muy por delante en esta carrera hacia la movilidad más inteligente. Acabar con el consumo de combustibles fósiles es imprescindible y, sin duda, la movilidad eléctrica es la mejor alternativa.
El coche eléctrico es la alternativa real a estos vehículos tradicionales. En la práctica, cada vez son más las posibilidades de movilidad eléctrica disponibles. Sobre todo, en lo relativo a los automóviles, ámbito donde las marcas y los modelos comercializados son cada vez más, mejores y más económicos.
El mercado automovilístico cuenta ahora con dos grandes categorías: los vehículos 100 % eléctricos, que funcionan con batería, y los híbridos, capaces de combinar la carga eléctrica con carburantes. Esta última es una opción temporal que favorece una transición progresiva hasta que los puntos de recarga se vayan multiplicando y la autonomía incrementándose.
Sin duda, los coches completamente eléctricos están llamados a liderar y protagonizar la movilidad inteligente definitiva. Sus ventajas son incuestionables y la evolución de sus avances tecnológicos es cada vez mayor:
- Gran ahorro económico, porque la electricidad es mucho más barata que los actuales combustibles fósiles. Se calcula que el coste de consumo de estos vehículos es entre 2,5 y 3 veces menos que el de los automóviles de gasolina, gasóleo y similares.
- Cero emisiones de dióxido de carbono. El CO2 deja de emitirse al ambiente cuando se viaja en estos coches, por lo que resulta muy positivo para combatir el calentamiento global.
- Mantenimiento mejorado. Estos automóviles sufren muchas menos averías que sus antecesores, porque carecen de motores de combustión y cambios de marchas. Esta realidad contribuye a incrementar su durabilidad y, a la larga, también ahorra costes.
- Ayudas económicas. Es un buen momento para comprarlos porque los gobiernos y las instituciones están impulsando esta movilidad eléctrica mediante bonificaciones, subvenciones y descuentos fiscales.
- Sin restricciones de circulación. Son vehículos con etiqueta 0, por lo que pueden moverse libremente por todas las zonas, incluidas las restringidas.
- Fácil y confortable manejo. La conducción se simplifica, de modo que resulta más cómoda y segura, al depender menos de la actuación humana.
Los coches eléctricos son cada vez más sofisticados y modernos. Así, se están creando versiones optimizadas de los vehículos de combustión mejor valorados. Un ejemplo incuestionable es el nuevo SUV eléctrico de Smart.
El smart #1 combina a la perfección diseño y tecnología. Es capaz de recorrer unos 450 kilómetros con una única carga y ofrece una amplitud inimaginable. También destaca por la comodidad, el estilo y la versatilidad, al tiempo que pasa de 0 a 100 km/h en solo 3,9 segundos. Desde luego, son rasgos premium en un coche eléctrico.
Además de conservar los atributos emblemáticos de este icono de la historia del automóvil, en su versión EQ aumenta las ventajas de la movilidad eléctrica: ahorra más dinero, consumo, emisiones y tareas de mantenimiento. Por ejemplo, no precisa cambiar el aceite ni incluye piezas que rozan entre sí.
Las dos razones finales para optar por los coches eléctricos son los seguros y los impuestos. Las compañías están captando conductores cero emisiones, a los que consideran menos agresivos, más prudentes y, por ello, más atractivos para las aseguradoras. Consecuentemente, pagan pólizas más económicas. Por último, tienen el impuesto de matriculación gratis y el de circulación un 75 % más barato.
Por todo ello, apostar por la movilidad eléctrica con un coche smart #1 es la mejor decisión de presente y de futuro.