La F1 regresó al Emirato de Qatar tras un año de ausencia y se ha vivido una de las carreras más duras de la historia. La cosa no empezó bien para Carlos Sainz cuando Ferrari anunció que no podría tomar la salida por una avería de su SF23. Con el semáforo en verde los dos Mercedes colisionaban y Hamilton se quedaba en la grava atrapado, aunque Russell logró sobrevivir. Primer coche de seguridad desplegado.

Una vez más, Max Verstappen, ya proclamado flamante campeón de 2023, volvió por sus fueros y ganó cómodamente. La sensación del fin de semana, Oscar Piastri, fue segundo tras su primera victoria en el sprint del sábado. Hacía 10 años que un rookie no lideraba un GP. McLaren volvió a brillar en un circuito de curvas rápidas enlazadas donde su coche se adaptaba a la perfección. Completó el podio un Norris con mucha gana de pelea pero que su propio equipo se encargó de parar, pues no era plan de perder un nuevo doblete.

George Russell se clasificó cuarto en una carrera donde jugó a la contra a base de grandes remontadas, en parte motivadas por el nuevo sistema que se impuso de paradas obligatorias. Quinto para Leclerc, el único Ferrari en pista, carrera difícil para el coche de Maranello en el peor escenario que se le podía plantear, pese a todo Leclerc supo aprovechar muy bien un error de Alonso.

Precisamente el astuariano se le vio sufriendo, aparte de cargar sobre sus hombros todo el equipo de Aston Martin ya que Stroll ni está ni se le espera. Un salida de pista motivada por las difíciles condiciones del GP hizo al de Oviedo perder el quinto en favor de Leclerc.

El top10 lo completaron Ocon -7º-, los dos pilotos de Alfa Romeo Bottas y Zhou -8º y 9º- y Sergio Pérez -10º-. Tremendo lo del piloto mexicano, que en teoría usa el mismo coche que su compañero Verstappen, y últimamente clasifique tan mal y siempre se vea peleando desde atrás. Encima tuvo dos sanciones de tiempo. Otra carrera para olvidar del azteca, y ya no sabemos cuántas lleva.