Por Irene Aragonés Alonso (@polito_mk5)

El pasado fin de semana del 15 y 16 de marzo, Ifeca Jerez fue el escenario de una de las concentraciones automovilísticas más esperadas por los aficionados al motor, combinando la pasión por el motor y el tuning con la cultura del tatuaje en colaboración con la Jerez Tattoo Convention. Un evento que ha crecido con los años y que sigue consolidándose como un referente dentro del mundo del motor y el tuning. Pasión por el motor y el tuning: éxito de convocatoria en Ifeca Jerez, sin duda alguna.

Desde primera hora, la expectación era máxima. La entrada de vehículos estaba prevista a las 10.30 horas, pero en pocos minutos ya había una larga cola de participantes esperando para formar parte de la exposición. En poco menos de una hora, el recinto estaba prácticamente lleno, con propietarios y aficionados recorriendo los pasillos entre coches modificados, clásicos impecables y deportivos preparados al detalle.

El evento destacó por la gran variedad de estilos y preparaciones, desde el mundo JDM con sus icónicos deportivos japoneses hasta el Stance, donde la altura extrema y las llantas juegan un papel fundamental. También hubo una fuerte presencia de coches europeos con preparaciones de alto nivel y auténticas joyas del mundo clásico.

Más allá de la exhibición estática, la jornada estuvo repleta de actividades. Una de las más llamativas fue la prueba del limbo, donde los vehículos más bajos pusieron a prueba sus suspensiones al deslizarse bajo la barra. Además, se entregaron premios en distintas categorías, reconociendo al mejor JDM, el europeo más destacado, el clásico más emblemático, la preparación más deportiva y el Stance más impresionante. Claramente, la pasión por el motor y el tuning fue evidente en cada detalle del evento.

La cultura tuning no solo se vive a través de los coches, sino también en la comunidad que la rodea. Este evento fue una prueba de ello, reuniendo a apasionados del motor de distintos puntos del país en un ambiente de respeto, admiración y compañerismo. Desde propietarios que han invertido años en sus proyectos hasta curiosos que buscan inspiración, todos encontraron un espacio donde compartir su pasión. Pasión por el motor y el tuning: éxito de convocatoria en Ifeca Jerez, una vez más.

El evento no se limitó solo a los coches. Los asistentes también pudieron disfrutar de un amplio abanico de entretenimiento: exhibiciones de kickboxing, sesiones de tatuajes en vivo, graffiti, peluquería, gastronomía y música. Una combinación que mantuvo la energía y el interés del público en todo momento. Ifeca Jerez volvió a demostrar que la cultura del motor sigue más viva que nunca, evolucionando y atrayendo a más aficionados año tras año. Para quienes no pudieron asistir, esta cita es un recordatorio de que la verdadera esencia del tuning y la personalización no es solo la estética, sino la pasión y el esfuerzo detrás de cada proyecto. Sin duda, la pasión por el motor y el tuning: éxito de convocatoria en Ifeca Jerez fue palpable.

Fotografías de Javier Serna y María José López.