Montesa, 75 años de un mito del motociclismo español
Montesa conmemora los 75 años de historia con una exposición en el Palau Robert, entre el 9 de junio y el 6 de septiembre, que recupera su trayectoria en la industria del motor. En 2020 se cumplen 75 años de la marca decana del motor a nivel nacional y una de las más longevas del mundo, desde la presentación de la primera moto que pondría en marcha una aventura empresarial caracterizada por los éxitos deportivos en el mundo del motor, y por los emblemáticos diseños de los modelos de motocicleta.
La muestra “Montesa, la forja de un mito”, hace un recorrido cronológico de la marca fundada por Pere Permanyer, exponiendo al público 43 modelos diferentes de motocicletas, cedidas por diversos coleccionistas y por la Colección Permanyer del Museo de la Ciencia y la Técnica de Terrassa. Destacan modelos míticos de la industria del motor como: la Impala, la Brío, la Cota, la Cappra, y otros modelos más sorprendentes como la Mini Mini o el primer modelo que salió de la fábrica, la A-45.
La exposición quiere mostrar a través de su recorrido determinados objetivos que, según Pep Itchart y Santi Ruiz, comisarios de la exposición, son fundamentales para entender lo que la marca supuso para la industria nacional y para la historia del motor incluso en Europa y en el mundo. “El hilo conductor es la producción industrial. Montesa se convierte en un ejemplo de cómo una idea, que responde a las necesidades de su contexto histórico, llega a la industrialización en unos momentos en los cuales era muy difícil conseguirlo, y cómo con el paso del tiempo un producto bien hecho es reconocido por sus éxitos deportivos y la aceptación del mercado”, afirman.
La exposición muestra la importancia de la investigación, experimentando con nuevos motores y soluciones técnicas para diversas disciplinas de la práctica motociclista. Según Itchart y Ruiz, “la vida de Montesa es a su vez una muestra de superación. Cuando el contexto socioeconómico no fue favorable, el acuerdo y posterior absorción por parte de Honda permitió la subsistencia de la marca con una nueva gama de modelos de trial que ahora, con el piloto Toni Bou, representan el dominio absoluto del Campeonato Mundial”.
La exposición realiza un recorrido por la historia de Montesa a partir de tres períodos:
De 1945 a 1962: del inicio de la aventura hasta la Operación Impala
La visita se abre con la figura de Pere Permanyer como gran artífice de la aventura empresarial e industrial de Montesa, con la finalidad de ofrecer una nueva forma de movilidad a una sociedad que empieza a dejar atrás las penurias de la posguerra.
La asociación con el ingeniero Francesc Xavier Bultó complementó la fabricación de motocicletas y el espíritu innovador de Permanyer con el carácter deportivo y la participación en competiciones. Juntos fundaron Montesa, en un momento en el cual no se disponía de recursos, ni industria, ni mano de obra especializada. Destacan los primeros éxitos deportivos, el vínculo con el circuito de Montjuïc y la aventura de salir a correr a Europa en pruebas míticas como el Duch TT o la Isla de Man. Los éxitos comerciales obligan a trasladar la pequeña fábrica de la calle Córcega de Barcelona a la planta de la calle Pamplona para producir el modelo Brío.
Este periodo acaba con la salida de Bultó de la sociedad y un consiguiente nuevo planteamiento industrial. La famosa Operación Impala, donde tres motocicletas preserie del futuro modelo Impala cruzaron el continente africano, desde Sudáfrica hasta Túnez, recorriendo más de 20.000 km. La Impala fue, en 1962, la respuesta a unos años de esfuerzo del equipo del diseñador Leopoldo Milá. Un modelo que todavía circula por las calles de ciudades como Barcelona y que se ha convertido en un símbolo para más de tres generaciones. Siete motos, además de dos motores e ingenios mecánicos desarrollados y patentados por Montesa, explican este periodo.
De 1963 a 1986: la expansión de Montesa
La firma traslada su producción del Poblenou hasta la nueva fábrica de Esplugues de Llobregat. La salida al mercado de la Montesa Impala y su gran acogida impulsaron las ventas. El motor monobloque de la Impala supuso la base para modelos de otras disciplinas como el cross, el trial y, posteriormente, el enduro.
El crecimiento de la afición por el off-road en España y, muy especialmente, en Estados Unidos, impulsó la apuesta de Montesa por el mercado internacional. Fue la época de los lanzamientos de las Cappra, la King Skorpion, la Texas, o la Cota, un modelo que todavía hoy sigue en producción tras 52 años y que representa el vehículo de motor más longevo que se ha fabricado en España. Es una etapa frenética de lanzamientos de nuevos modelos incluyendo la comercialización de una gama de ciclomotores que acabarían dando excelentes resultados comerciales.
La especialización fue acompañada de éxitos internacionales en estas disciplinas deportivas, destacando el primer Campeonato del Mundo de Trial conseguido por Ulf Karlson en el año 1980, pero la caída de las ventas a principios de los años 80 supondría una amenaza para la viabilidad de la compañía. De este período se exponen 26 motocicletas y tres motores, algunos experimentales.
De 1986 hasta hoy: Montesa y Honda y la época dorada de la alta competición
La entrada de Honda supuso iniciar un acuerdo de fabricación de modelos Honda en la planta de Esplugues de Llobregat. La colaboración derivó en un interés de Honda por adquirir Montesa, manteniendo la marca para los modelos de trial. La aportación de nueva tecnología permitió el desarrollo de nuevos motores de 4 tiempos para los modelos de trial, con los que Montesa continúa siendo el referente mundial.
La apuesta de Honda por la especialización de Montesa en el trial ha permitido consolidar un potente equipo de pilotos que han conseguido grandes éxitos mundiales en los últimos años, como Marc Colomer, Douguie Lampkin, Laia Sanz, Takahisa Fujinami y el gran dominador mundial de la especialidad en los últimos 12 años, Toni Bou, que acumulan más de 71 títulos mundiales. De este período se exponen diez motos.