Mattia Binotto, director de la Scuderia Ferrari de F1, ha anunciado su dimisión al frente del equipo más legendario de la categoría reina del automovilismo, la cual ha sido aceptada por la formación roja. La salida del ingeniero suizo se hará efectiva el próximo 31 de diciembre y el presidente de la entidad, John Elkann Agnelli, tendrá ahora encomendada la complicada misión de buscar un sustituto para Binotto. Una vez más, la tragedia política se impone en la escuadra de Maranello lo que puede dar lugar a un nuevo periodo de incertidumbre.

Las noticias sobre la marcha de Binotto de Ferrari comenzaron a circular los días previos al último GP de la temporada en Abu Dhabi. Los medios italianos citaban como fuentes al entorno de Charles Leclerc y Ferrari se apresuró a desmentirlo pero con mucha tibieza. Finalmente ha sido el propio Binotto quien ha dado el paso y en Ferrari han aceptado su marcha.

El ingeniero nacido en Lausana, Suiza, llevaba en La Scuderia trabajando desde 1995 y asumió desde 2019 la dirección del equipo en sustitución de Mauricio Arrivabene, con quien mantuvo una incompatibilidad manifiesta. De la euforia por la introducción a principios de aquella temporada del nuevo motor Superfast a la frustración por su ilegalización, lo que conllevó a Ferrari a pasar dos duros años con un motor anémico y a resultados muy modestos, 2022 parecía la temporada de la resurrección de los de Maranello, pero no ha sido así por un cúmulo de razones que ya todos saben. No obstante, Ferrari ha vuelto a ganar y luchar por podios.

Se habla de que la salida de Binotto viene motivada por la presión del entorno de Charles Leclerc, de hecho, se ha hablado de que sus sustituto podría ser Frederic Vasseur, actual director de Alfa Romeo Sauber, persona muy cercana a la familia Todt -Nicholas Todt, hijo de Jean, es el manager del monegasco- y ya fue jefe de Leclerc en 2018 cuando éste debutó en F1 con su equipo. Vasseur ha sido también jefe de una de las estructuras más poderosas de la F2/GP2, ART Grand Prix. Otros medios hablan de que Ferrari ha tentado a Andreas Seidl -McLaren- y Christian Horner -Red Bull-, pero que ambos han declinado la oferta. Actualmente Ferrari cuenta con dos cabezas visibles, Benedetto Vigna y Antonello Coletta. El primero es el consejero delegado y una persona totalmente ajena a la competición. El segundo es el responsable de la división de competición en el Mundial de Resistencia -WEC- y artífice de la construcción del nuevo prototipo 499 P, por lo que ninguno de los dos parece el más indicado para ponerse al frente del equipo de F1.

Sea como sea, se abre un nuevo periodo de incertidumbre en Ferrari donde la política y la presión popular prevalecen por encima del trabajo. Si Binotto lega una buena herencia con respecto al coche de 2023, La Scuderia lo tendrá más fácil. En caso contrario y con la entrada de un nuevo jefe con nuevo equipo conllevaría un nuevo reinicio. Binotto podría recalar en otro equipo de F1, citan algunos medios a Aston Martin y a Alpine. En definitiva, ser el jefe de la Scuderia Ferrari es una profesión muy bonita y deseada, pero igualmente con mucho riesgo e inestabilidad si los resultados no acompañan. Y es lo que tiene cuando lo que se dirige es un símbolo patrimonial de Italia.