A la venta el Ferrari que perseguía a los cacos
Todos los Ferrari son especiales, pero sólo uno es especial por ser el primer modelo de la firma del Cavallino Rampante utilizado como coche de patrulla de la Policía italiana. Se trata del 250 GTE 2+2, del que se destinaron dos unidades a prestar servicio a este cuerpo de seguridad. Pues una unidad, la única superviviente -más adelante daremos cuenta del paradero de la segunda-, que en 1972 fue vendido al entusiasta coleccionista Alberto Capelli, y que en 2015 fue vendido de nuevo, vuelve a buscar dueño, esta vez de la mano de la firma especializada Girardo & Co.
Sí, han leído bien, un Ferrari como coche de patrulla de la Policía italiana en el año 1962, mucho antes de que los países del Golfo Pérsico dotaran a sus policías de Lamborghini y otros coches de gama alta.
La historia cuenta que el entonces presidente de la República de Italia, Giovanni Gronchi, realizaba un homenaje a la Squadra Mobile de Roma y al hacerles entrega de un obsequio conmemorativo, preguntó a los agentes presentes en el acto qué regalo les gustaría. La respuesta fue clara y quizás con un poco de sarcasmo “una Ferrari”. El célebre Escuadrón Pantera de la Squadra Mobile prestaba servicio con los magníficos Alfa Romeo 2600 Sprint Bertone, pero sin duda, un Ferrari sería mucho mejor para dar a caza a los cacos.
Para sorpresa de todos, el presidente Gronchi se puso en contacto con el mismo Enzo Ferrari y éste aceptó encantado. De modo que desde Maranello se enviaron a la Squadra Mobile de Roma dos unidades del recién estrenado 250 GTE.
Una de ellas quedó siniestrada el mismo día de su prueba en un fatídico accidente, de modo que los restos fueron trasladados de nuevo a Maranello para su desgüace. El Commendatore era una persona muy supersticiosa y no le daba una segunda vida a los coches que habían sufrido un accidente.
Los agentes de la Squadra Mobile fueron invitados a hacer un curso de conducción por parte de Ferrari y llamó la atención el mariscal Marcello Spatafora por su pericia y rapidez al volante. Cuentan incluso que tuvo una oferta de la marca para correr con ellos, pero el agente la declinó educadamente.
Precisamente Spatafora fue el protagonista de unas de las persecuciones más trepidantes que se conocen en Italia, tratando de dar caza a unos malhechores bajando a toda velocidad con el segundo de los Ferrari 250 GTE por las escaleras de la Trinitá del Monti, en la plaza de España de Roma.
El coche, que es el que Girardi gestiona su venta, aún luce en los bajos del chasis las marcas de dicha persecución.
La elección del Commendatore
El Ferrari 250 GTE fue presentado oficialmente en la carrera de las 24 Horas de Le Mans de 1960, una carrera en la que el Cavallino Rampante literalmente arrasó a sus rivales copando seis de las siete primeras posiciones de la prueba, que sería ganada por el piloto belga Olivier Gendebien y el periodista Paul Frère con el mítico TR 60.
El 250 GTE fue concebido en colaboración con Pininfarina para ofrecer un coche que aglutinase lo mejor de Ferrari en lo que a técnica se refiere con un mayor espacio y habitabilidad interior, para ello se adelantó el motor y se incrementó la batalla del chasis. En el Salón de París, cuando se presentó ya de manera oficial, la prensa especializada alabó su diseño, grácil y equilibrado, con su habitabilidad y su comportamiento 100% Ferrari.
Montaba el motor Colombo V12 de bloque compacto, con 3.0 litros y 240 CV. El gran campeón de F1 Phil Hill, piloto probador de la casa, demostró que era capaz de alcanzar los 160 Km/H en 25 segundos desde parado, cuando su hermano más prestacional, la Berlinetta SWB, lo hacía en 22.
Pero si hay algo que diferenció a este coche especialmente fue que el propio Commendatore Enzo Ferrari lo empleaba como su coche personal. Toda una leyenda de la firma del Cavallino que en una configuración muy especial puede caer en manos de un aficionado… ¿serás tú?