Kapitan, Senator y Omega, tres buques insignia de Opel
Madrid. Corría el año 1940 cuando la planta de Opel en Rüsselsheim fabricaba su coche un millón desde el inicio de la producción en el año 1899. En sus inicios como fabricante, Opel producía unas 11 unidades anuales, pero siete años más tarde, en 1906, el Opel número 1.000 salió de la fábrica de Rüsselsheim y en 1912 se fabricó el coche número 10.000, una unidad del Opel 20/100 HP.
El Opel Kapitan
El coche un millón de Opel, una berlina Kapitan nacida en octubre de 1940, inauguró una especie de tradición por la cual la mayoría de las unidades con las que se alcanzaron registros significativos para la marca correspondieron a modelos de gama alta.
El Opel Kapitan era uno de los coches con los que la marca, a finales de la década de 1930, desafiaba a las más reputadas firmas del segmento de los automóviles de clase superior, ofreciendo un nivel de calidad y de acabados elevado por un precio muy contenido. Con este modelo, la marca disponía de un coche de seis cilindros a la altura de la competencia.
Además de su carrocería autoportante, el Opel Kapitan disfrutaba de suspensión delantera independiente, amortiguadores hidráulicos, refrigeración líquida con ventilador eléctrico y un sistema de desempañado del parabrisas, todos ellos elementos que causaban sensación en aquella época. Por no hablar de las “grietas para el sonido” que, como explicaba el catálogo de la época, eran “salidas” para la “fuente de sonido”. Sí, la radio y el amplificador habían encontrado ya su hueco en el Opel Kapitan.
El 9 de noviembre de 1956, otro Kapitan fue el Opel 2 millones producido. Tenía una carrocería que recordaba las líneas de los automóviles estadounidenses de la época, nuevas suspensiones, parachoques remodelados, perfiles decorativos, embellecedores de ruedas cromados y un original frontal de “boca de tiburón”.
Opel Senator
El 25 de mayo de 1983 un Opel Senator CD de color plata fue el Opel 20 millones producido. Desarrollado sobre la plataforma del Rekord contemporáneo, con el que tenía un notable parecido tanto estético como mecánico, el Opel Senator era ligeramente más largo y espacioso y presentaba un frontal más ancho y algunos detalles específicos como el abundante uso de cromados, un frontal diferente, un montante trasero más perfilado y la presencia de una tercera ventanilla lateral que le otorgaban un aspecto propio. La gama incluía motores de seis cilindros en línea; un 2.8 de 140 CV y un 3 litros de carburadores de 150 CV cuya potencia aumentó a 180 CV con la adopción de la inyección de gasolina.
Opel Omega
El 23 de febrero de 1989, un Opel Omega A 3.0 Caravan, de nuevo de color plata, fue el Opel número 25 millones producido. Con la presentación de la primera generación del Opel Omega la marca alemana no solo cambió el nombre de su modelo tope de gama, sino que renovó por completo su imagen, con una connotación más dinámica.
La línea de la primera generación del Opel Omega era un ejemplo evidente de este cambio de tendencia. El frontal inclinado, los laterales lisos y las ventanillas enrasadas generaban una forma muy esbelta que se traducía en un óptimo coeficiente de penetración aerodinámica (Cx) de entre 0,28 y 0,30 según versiones. La aerodinámica y el especial cuidado puesto en el desarrollo de la técnica de motores, en el consumo, en el respeto al medio ambiente y en la seguridad permitió a la marca ganar por segunda vez en tres años el premio al Coche del Año en Europa.
Solo cinco años más tarde, el 25 de abril de 1994, un Opel Omega B MV6, la versión de altas prestaciones de la gama, fue el Opel 30 millones fabricado mientras que el 2 de diciembre de 1999 la marca alemana festejó un siglo de producción automovilística con la producción de su coche número 50 millones que, una vez más, era un Opel Omega B.
A diferencia de la primera serie, que se dirigía tanto a la misma clientela que el Rekord como a un público más dinámico, la segunda generación se posicionó como un rival más racional para los modelos de las marcas premium. Para ello, mientras que la primera generación (Opel Omega A, 1986-1994) se ofrecía con económicos motores de gasolina de 1.800 y 2.000 c.c. y 2.300 c.c. Diésel y turbodiésel además de con potentes motores de 3.000 c.c. con 12 o 24 válvulas y 177 CV o 204 CV (sin incluir la espectacular versión desarrollada en 1989 en colaboración con Lotus), la segunda generación (Opel Omega B, 1994-2003) se distinguía por sus líneas más suaves y redondeadas y por sus sofisticadas mecánicas de 2 y 3 litros gasolina y turbodiésel. Entre todas ellas destacaban un 6 cilindros en línea de 130 CV y dos litros con inyección directa diésel y un V6 de gasolina de 3 litros y 210 CV de potencia.