La ‘Silly Season’ de MotoGP sufre un bombazo en toda regla al anunciarse el lunes 3 de junio, un día después del GP de Italia en Mugello, que Jorge Martín ficha por Aprilia, lo que a su vez, deja más que despejada la situación con respecto a la otra pieza que había que encajar: Marc Márquez.

Todo el mundo esperaba un anuncio por parte de Ducati con motivo del fin de semana del GP de casa en Mugello. La prensa transalpina ya hablaba el mismo jueves de que la casa de Borgo Panigale había tomado ya su decisión y que el elegido era Martín. Éste con una enorme sonrisa, contestaba de forma lacónica a las preguntas de los medios dando a entender que todo estaba hecho y que la negociación había sido fructífera. A su vez, un Marc Márquez enigmático decía muy a las claras que no tenía intención de correr con el equipo Pramac, ante lo que se escuchaba de Martín. Pasó el GP, Bagnaia se paseó, Martín se cayó en la sprint del sábado y fue vencido el domingo por Bastianini, que ya estaba más que fuera de la ecuación. Y, de repente, parece que todo se torció.

Finalmente Jorge Martín ha cumplido su palabra. Disputará 2025 en un equipo oficial, pero no ese de color rojo con el que soñaba. Lo hará con otra marca italiana bien señera, con Aprilia. Sustituirá a su gran amigo Aleix y hará pareja a priori con Maverick Viñales. El madrileño disfrutará de un contrato multianual con la firma de Noale y de la que es quizás la segunda mejor moto de la parrilla, con la que en lo que va de temporada tanto Aleix como Maverick han sumado victorias. Puede que Martinator sea el factor que Aprilia necesita para dar el salto adelante definitivo y pelear de tú a tú con más contundencia contra las Ducati.

Y bueno, con este movimiento parece que de un sólo plumazo queda resuelto el mercado de fichajes con respecto a los primeros espadas, pues Martín con su marcha a Aprilia deja expedito el camino a Marc Márquez para vestirse de rojo. Sin duda, la presión que ha metido el de Cervera en la negociación ha sido inasumible, y en Ducati han preferido incluir en sus filas a todo un pluricampeón como es Marc en detrimento de una promesa -muy sólida- como es Jorge. Pero sigue llamando la atención el increíble juego psicológico que Márquez ha aplicado a una situación que días atrás parecía irreversible. Ni siquiera Ayrton Senna en sus mejores tiempos, donde siempre fue muy hábil a la hora de situarse en los equipos, logró un éxito tan grande como el de Márquez con el órdago lanzado a Ducati. Ahora toca esperar a que los de Borgo Panigale lo hagan oficial.