El primer concept car europeo: Opel GT Experimental
Concept car, show car, prototipo de salón… así llamamos a los ejemplares únicos que, en los grandes salones internacionales, anticipan un modelo de próximo lanzamiento en el mercado o bien una nueva tendencia de diseño del fabricante que lo presenta. En la actualidad, los concept cars son una presencia habitual en los grandes eventos, pero la tendencia no es nueva puesto que nació hace más de medio siglo en los Estados Unidos. En el salón de Frankfurt de 1965 debutó el primer concept car “Made in Europe”: el Opel GT Experimental, destinado a servir de anticipo al icónico Opel GT Coupé.
Diseñado por Clare M. McKichan, el Opel Experimental GT era un espectacular prototipo que se apartaba por completo de los cánones clásicos de diseño de la marca de Rüsselsheim en aquella época. Sobre la plataforma del Opel Kadett B contemporáneo, que se presentó en el mismo Salón de Frankfurt de 1965, exhibía una carrocería caracterizada por un frontal muy afilado, faros retráctiles, imponentes pasos de rueda redondeados y una original parte trasera truncada en la que se situaron cuatro pilotos redondos. Y por supuesto, el perfil del coche seguía la moda de la época, marcada por la llamada “forma de botella de Coca-Cola”.
“Si observáis una botella de Coca-Cola notaréis como, después de haber alcanzado su anchura máxima, la forma se estrecha improvisadamente para volver a ensancharse. Ahora imagina que la parte superior de la botella es el frontal del coche y la base la parte trasera” explicaban con orgullo los diseñadores presentando los conceptos de diseño que habían inspirado la línea del Opel Experimental GT. “Por la regla de las áreas de Richard T. Whitcomb, un aumento y una sucesiva reducción gradual del perfil permite reducir la resistencia aerodinámica. Hemos aplicado este concepto creando una reducción de la anchura en el perfil, justo antes del paso de rueda trasero”.
En efecto, el Opel Experimental GT parecía más la producción de un carrocero italiano que de una gran multinacional. El público lo recibió con entusiasmo. ¿Se fabricará en serie y se venderá a un precio razonable, como todos los modelos de Opel? preguntaban los visitantes del salón a los responsables de la marca. La respuesta era negativa: “el Experimental GT es simplemente un laboratorio sobre ruedas de altas prestaciones que se utilizará para pruebas a alta velocidad de motores y suspensiones”.
El coche expuesto en el salón era, en efecto, un ejemplar único construido de manera artesanal. El nombre, de todas formas, revelaba el verdadero objetivo del coche. El prototipo expuesto no estaba tan destinado a demostrar las posibilidades de la ingeniería de la marca en el campo de la investigación avanzada sino a descubrir qué mercado podría tener un cupé parecido entre los jóvenes y los no tan jóvenes que conservaran un espíritu deportivo.
La marca de Rüsselsheim empezó entonces a considerar seriamente la idea de construir un cupé de serie. En particular, un estudio de mercado confirmó que existía una franja de público de entre 25 y 35 años dispuesto a invertir la suma de 10.000 marcos de la época en un coche como ese. La respuesta, por lo tanto, fue muy positiva y, al filo de las previsiones confirmadas, la dirección de la marca, que inicialmente era reacia a la idea, acabó autorizando el desarrollo y la construcción del Opel GT.
Era la primera vez en la historia que un fabricante europeo construía un modelo inspirado en un prototipo presentado en un salón. En otoño de 1968, solo seis años después de los primeros bocetos del concept, el Opel GT se expuso en su forma definitiva en el Salón de Frankfurt. Y fue un gran éxito.