Classic Remise Düsseldorf es un enorme atractivo para los visitantes de esta ciudad

Classic Remise Düsseldorf, casi mejor que un museo del motor

Düsseldorf es uno de esos destinos turísticos de moda en Europa, nunca mejor dicho. La Milán alemana, por su ligazón al mundo de la moda, es una ciudad vibrante, preciosa y divertida que la hacen un destino ideal a orillas del Rhin. Con un caso histórico monumental y lleno de tabernas para degustar la deliciosa Alt Bier con unas salchichas o un codillo, y un área de compras que puede satisfacer las necesidades del más exigente de los ‘trendy’. A todo ello podemos añadir otro de sus grandes atractivos, el espacio Classic Remise dedicado al mundo del motor muy similar al que hay en Berlín y del que ya hablamos en un artículo anterior.

Situado en un antiguo garaje de locomotoras del extrarradio, este espacio se puso en marcha tres años después del de su homónimo de Berlín, en 2006. En él se dan cita todo tipo de negocios e instituciones dedicadas a los coches clásicos y de gama alta: venta de los mismos, restauración, tiendas de repuesto, de todo tipo de automobilia, ropa y hasta un restaurante. Una de sus actividades principales es el servicio de guarda, custodia y mantenimiento que ofrece a propietarios de clásicos o de autos de gama alta, especialmente deportivos. El lugar también está abierto a la celebraciónde eventos.

Lo mejor de todo es que se puede entrar de forma gratuita y pasear por sus galerías donde uno puede encontrarse cualquier cosa, en el mejor sentido de la palabra: Desde un veterano Rolls Royce Silver Ghost hasta un LaFerrari actual. Y mejor aún, cada visita puede ser diferente pues no se trata de un museo estático, ya que la mayoría de los coches expuestos suelen estar en venta y se van renovando por otros.  Cada visita, una sorpresa.

El único pero que se le puede poner a algo así es su localización. Se encuentra muy alejado del centro de la ciudad, en un barrio residencia periférico y, lo que es peor, es complicado y largo desplazarse hasta allí en bus o tranvía, así que lo mejor es tomar un taxi, que desde el centro de Düsseldorf viene a costar unos 15-20 euros según el tráfico. A la vuelta, ídem. Para los turistas con dificultades con el alemán lo mejor es una vez concluida la visita solicitar un taxi desde el restaurante. Hay una parada de taxis en el exterior pero suele estar vacía y como hemos puntualizado, es una zona residencial donde no pasan mucho taxis. Si pagamos 30-40 euros por ir a Classic Remise, cuya entrada es gratuita, puede ser asumido como entrar en un museo privado. Sea como sea, si eres un auténtico ‘petrolhead’, es visita obligada y cuando estés allí, ese dinero del taxi no dolerá en absoluto.

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