Classic Remise Berlin, visita obligada en la capital alemana
Los museos dedicados al mundo del motor, ya sea al automovilismo o motociclismo, se están convirtiendo en grandes atractivos turísticos para aquellos lugares que los albergan. Pregunten si no en las oficinas de Turismo de ciudades española como Salamanca o Málaga. En Alemania, país que junto a Estados Unidos o Italia llevan varios cuerpos de ventaja al resto del mundo en lo que a cultura del motor se refiere, hay un importante número de estos espacios culturales, y no sólo hablamos de los que tienen las grandes marcas como Mercedes, BMW, Audi o Volkswagen.
La capital de la República Federal de Alemania, Berlín, es una ciudad apasionante y maravillosa en todos sus aspectos y que cualquier motivo que se nos ocurra es suficiente para planificar un viaje. Y si encima eres un ‘Petrolhead’ tienes algunas recomendaciones que pueden convertir en aún más plena tu experiencia turística en Berlín. El Centro Volkswagen en la esquina de la avenida Bajo los Tilos con la Friedrichstrasse, los restos del viejo circuito AVUS, el Museo dedicado al Trabant, el coche popular de la extinta RDA, así como los impresionantes concesionarios de Mercedes, BMW, Audi en la zona centro donde se exponen los mejores modelos de cada marca, son algunas de las propuestas que ofrece Berlín, pero sin embargo hay una muy especial que es cita obligada si en vez de sangre en las venas tienes gasolina… y no tanto.
Se trata del Classic Remise. No es un museo, se define como un espacio para el mundo del motor. Instalado en unos viejos depósitos de los antiguos tranvías, Classic Remise alberga una serie de negocios e instituciones dedicadas al mundo del motor clásico y exclusivo: restauración y venta de vehículos, organizaciones de eventos, clubes de entusiastas o tiendas de merchandising y artículos relacionados. Incluye también un espacio donde se ofrece a los propietarios de clásicos un servicio de guarda y custodia de sus vehículos en un ingenioso sistema de garajes de cristal con mecanismos hidráulicos y elevadores como si de los coches en miniatura se tratase.
Pero lo mejor de todo de Classic Remise es ver la cantidad de vehículos que suele haber expuestos y en custodia, y mejor todavía aún, la entrada en este espacio es gratuita y se pueden tomar fotografías libremente siempre y cuando uno se conduzca en actitud educada y decorosa y desde el respeto que debe producir que todo el material allí expuesto es propiedad privada.
Hay un café-restaurante que ofrece la posibilidad de celebrar eventos, y es que Classic Remise ha visto celebrar dentro de sus muros bodas de aficionados al mundo del motor. No se encuentra en pleno centro de Berlín, pero sí dentro de su casco urbano, no obstante, moverse en metro es relativamente fácil por la capital germana y desde la zona centro y turística a Classic Remise son apenas 10 minutos más otros tantos de caminar. Tiene relativamente cerca uno de los monumentos más importantes turísticamente hablando de la ciudad, el castillo de Charlottenbourg, por tanto, es una buena opción aprovechar ambas visitas en el mismo día.