Alpine cerró la noche del jueves 16 de febrero el calendario de presentaciones de los nuevos monoplazas para la temporada 2023 al mostrar en Londres en público el nuevo A523, un coche que se antoja con muy buenas intenciones y que este año puede volver a ser el rey de la clase media y quién sabe si con alguna aspiración más.

Al igual que el año pasado, La escudería anglo francesa lucirá dos libreas en sus coches, por un lado la oficial, con su tono corporativo azul tan característico de los coches franceses; y otra de color rosa por exigencias de su patrocinador principal, la empresa de aguas minerales BWT. De hecho, el A523 debutará en competición en Bahrein en rosa y será azul a partir de Azerbaiyán. Con respecto al A523, es un monoplaza que invita a soñar y se antoja como el líder de una clase media muy disputada. Aspiran como mínimo a ser cuartos en la clasificación final y no descartan dar alguna sorpresa. Se batirán el cobre en principio con otras formaciones como McLaren, Aston Martin, Alfa Romeo y Alpha Tauri. Traducido al público español, serán un duro rival de Fernando Alonso, precisamente el piloto al que dejaron marchar.

En la presentación estaban los dos pilotos oficiales, Esteban Ocon y Pierre Gasly, los dos franceses de la parrilla y viejos adversarios con muchas cuitas pendientes. Son dos pilotos jóvenes pero ya con la madurez suficiente para encarar el desafío de llevar alto a uno de los coches “de fábrica” del Mundial. Habrá que ver según el rendimiento del coche y las actuaciones de los dos corredores si Alonso hizo lo correcto o tomó la decisión equivocada.

Aparte de los pilotos, participaron en la presentación el CEO de Renault, propietario de Alpine, Luca de Meo, que volvió a ensalzar la apuesta de su empresa por la competición como pilar central del desarrollo de la misma y como estrategia para hacer crecer a una marca como Alpine a la que se quiere posicionar entre las mejores del segmento de los deportivos. También estaban los máximos dirigentes del equipo de F1, Laurent Rossi y Otmar Szafnauer. En su caso pusieron el acento en los principales problemas que tuvo su coche el año pasado, que no fue ni la velocidad ni la aerodinámica, sino la fiabilidad, algo que esperan haber superado.

La pretemporada de F1 ya afronta su fase final que tendrá como clímax los tests de Bahrein el último fin de semana de febrero. Ahí se vera la primera radiografía de cómo están los equipos y qué podría esperarse en las primeras carreras.