Las cosas se ponen feas para Citröen, perteneciente al Grupo Stellantis, que ve como los concesionarios de su red se alzan contra la central por la vía judicial tras una reunión el pasado viernes donde se acordó dicha actuación.

Los distribuidores presentaron a la marca diferentes propuestas con escenarios posibles y ayudas para afrontar la actual situación, ya de por si complicada por el trasfondo de la concentración de las marcas del grupo en un nuevo concesionario conjunto para todas. El Grupo Stellantis tiene precancelados todos los contractos con los actuales concesionarios de sus marcas, que tras las fusión de PSA con FCA son: Peugeot, Citröen, Opel, DS, Fiat, Fiat Professional, Jeep, Alfa Romeo y Abarth.

Stellantis ha marcado su futuro en la creación de un único espacio de venta por cada localidad de más de 50.000 habitantes, concentrando todas su marcas en un mismo concesionario que se encargue de la gestión de venta de las mismas. 

La agrupación de todas estas marcas obligará a no renovar muchos contratos por existir duplicidades, obligando a meter con calzador los acuerdos existentes entre los diferentes distribuidores de las marcas que ostenta el Grupo Stellantis. Y todo ello a falta también de que se publique el nuevo reglamente de distribución que impondrá la central.

Con este escenario de fondo los actuales dealers de Citröen se ha levantado en armas interponiendo una denuncia por incumplimiento de los tiempos de entrega de suministros y vehículos que están haciendo mella en la facturación, mientras la matriz mantiene a su vez los mismos objetivos de ventas y de rotación de stock que en un escenario normal.

Complicada situación que nace con esta denuncia, que de admitirse a trámite, puede retrasar y lastrar el proyecto del Grupo Stellantis en su novedoso concepto de concesionarios de vehículos nuevos multimarcas.