El WSBK ya tiene nuevo Rey. Mejor dicho, Sultán. El Mundial de las Motos derivadas de Serie llegaba a La Ronda final en el Circuito de Mandalika en Indonesia, un trazado que el año que viene formará parte de MotoGP. El piloto de Yamaha llegaba con 30 puntos de ventaja sobre el de Kawasaki. El turco lograría la pole, pero una brutal tormenta eléctrica trastocó los planes de la organización y la carrera del sábado se suspendió y se trasladó al domingo en sustitución de la Superpole Race.

Se repartirían 50 puntos en lugar de los 62 originales y Toprak avisó a todos de que salía a por todas. La carrera 1 lo decidió todo. La lluvia obligó a acortarla una vuelta, 20 y no 21. Toprak se complicó las cosas y se vio obligado a luchar con Rea y un inesperado Alex Bassani, incluso llegó a irse fuera. Pero hizo su aparición Redding, quien se enfrascó en una lucha sin cuartel con Rea y ello provocó que el título quedara en manos del otomano, que se pegó al culo del norirlandés y atravesó la meta segundo, que le valió para coronarse campeón. 

Han sido un total de 35 carreras repartidas en 13 rondas donde el joven turco de Yamaha ha dado todo para frenar el hexacampeón de Kawasaki. Uno de los mejores mundiales del WSBK que se recuerdan. En cuanto a los pilotos españoles, Bautista fue séptimo, Isaac Viñales 13º y Tito Rabat no terminó.

Buenas noticias para un equipo Yamaha de Superbikes que necesitaba imperiosamente este título y que lo suma al obtenido en MotoGP.